¿Usar la calculadora es hacer trampa?

Cuando aprendimos las operaciones básicas: sumar, restar, multiplicar y dividir; una de las formas de saber si nuestro procedimiento era correcto era utilizar una calculadora y verificar que lo que escribimos en nuestro cuaderno coincidiera con lo que la máquina generaba. Sin embargo, el abuso de éste recurso mermaba nuestra capacidad para realizar dichas operaciones a mano . Es tentador utilizar una calculadora debido a que nos ahorra el tedioso proceso de hacer una serie de operaciones y conforme el número de dígitos aumenta la tarea se vuelve más y más laboriosa. Entonces, ¿debería usar siempre una calculadora y hacer trampa con mi tarea?

La respuesta que te propongo es sí, es trampa. Pero primero debes de aprender lo que hay detrás de éstas operaciones. Éstos aprendizajes son clave en el cimiento del aprendizaje matemático. Eventualmente se aprende matemáticas más robustas como el álgebra o el cálculo y se necesita de una capacidad de abstracción cada vez más y más demandante.

Existe un fenómeno llamado plasticidad cerebral, sin entrar mucho en detalles, conforme repetimos una experiencia nuestro cerebro va formando conexiones cada vez más robustas haciendo que la próxima vez que realicemos una tarea ésta se vuelva más fácil de hacer, algo así como un piloto automático. Por otro lado, si dejamos de practicar una actividad, éstas conexiones se van perdiendo (no del todo) y nos volvemos menos hábiles en esa tarea. 

Entonces, antes de depender por complete de una herramienta como la calculadora, primero debes aprender a resolver un problema por tu cuenta. El aprender cómo es que funcionan las matemáticas te permite visualizar mejor un problema, te permite entenderlo e incluso planear una posible solución. Cuando enfrentas un problema de la vida real, como el cálculo de nóminas, cálculos involucrados en procesos industriales o cálculos involucrados problemas de índole científica el uso de computadoras se vuelve indispensable. Sin embargo, por más potente que sea tu computadora, si el ser humano que está detrás de ella no sabe cómo utilizarla de manera apropiada sólo es un aparato que está almacenando polvo.


Existen círculos científicos que ven con malos ojos el uso de computadoras para la resolución de ecuaciones, dicen "qué chiste tiene poner a tu computadora a resolver un montón de ecuaciones si no las entiendes", "como no sabes matemáticas usas la computadora", "eso es trampa, todo lo hace la computadora", etc. El otro lado de la moneda es el grupo de científicos que critican a los que "sólo hacen teoría" con cosas como: "tu modelo de juguete no ajusta a la realidad", "las soluciones analíticas son muy limitadas", "eres muy perezoso para aprender a programar". 

Éstas son opiniones extremas, como en todo, cada postura extremista tiene sus debilidades. En busca de un equilibrio, soy de la idea de avanzar en cuanto se pueda utilizando el mayor formalismo que tus capacidades te permitan, agotado éste recurso proceder a utilizar herramientas computacionales. Después de todo, son herramientas. El ser humano en su búsqueda por la trascendencia se las ha ingeniado para generar herramientas cada vez más y más sofisticadas. Una ilustración clara de esto se encuentra en la introducción de la película 2001: a space odyssey donde un prototipo de ser humano utiliza un hueso para amedrentar a otro espécimen de una tribu rival, al terminar el enfrentamiento lanza el hueso al aire y en la siguiente toma tenemos una estación espacial, la cual es una de las herramientas cumbre de la humanidad. Siempre es preferible obtener una solución analítica pero no siempre es posible (al menos no con las matemáticas que conocemos a la fecha), el uso de una herramienta como la computadora nos permite acercarnos cada vez más a fronteras donde antes sólo podíamos soñar. Usa tu calculadora pero con moderación.

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